viernes, mayo 09, 2008

Tecnología wireless para gestionar la salud y el transporte

A través del siguiente post:
Bluetooth apagado, Bluetooth encendido

Encontré este interesante artículo sobre la proyección del uso de las tecnologías de la Oficina de Comunicaciones de Inglaterra en los próximos 10 o 20 años
Tomorrow's Wireless World: Ofcom report on future communications technology

Se sugieren usos increíbles como insertarse un chip para que el médico pueda monitorear al paciente a la distancia ya que envia señales sobre los signos vitales del paciente cada x minutos o botellas de pastillas que alertan si el paciente no ha tomado la pastilla a su hora.
También chips insertados en los envaces de la comida que se vende en el supermercado que alertan a los alergicos sobre los ingredientes que pudieran afectarle.
Otro uso interesante que imaginé hace un tiempo y que siempre creí que existiría algún día es un sensor para los coches para evitar choques, permite detectar la cercanía de otro coche y avisar o incluso frenar directamente. Esto podría servir para que en futuro se pueda poner piloto automático en los coches en trayectos largos o por las noches donde la visibilidad es menor. El sistema wireless en los coches avisaría directamente a la ambulacia y policía en caso de colisión tal como se ve en la siguiente imagen:





Extractos de la presentación de un escritor de ciencia ficción que escribe sobre la interacción

Bruce Sterling (que participó en Agua/Cero con el cuento: "Vi las Mejores Mentes de mi Generación Destruidas por Google") cerró el Innovationsforum Interaktionsdesign de Alemania (uno de los más importantes ciclos de conferencias sobre diseño de interacciones en 2007) con una extraña y asombrosa y revolucionaria charla sobre el futuro del diseño de interacción.

No me hagan pensar. Reduzcan mi carga cognitiva. Denme más oportunidad con menos costo por oportunidad. Eso suena a magia de ciencia ficción. Pero es pensar en el diseño. Y también funciona como magia de ciencia ficción, y bueno, es mucho mejor.
 
Google no es sólo una tecnología, no sólo es un algoritmo… Google está hecho de interacciones. Está hecho de interacciones históricas. Millones de personas interactuando durante años con la red, eso es lo que es Google. No es software. No es hardware. Son millones de personas haciendo clic, enlazando, haciendo clic, enlazando, durante años. Google es una sociedad. Google es tecno-social.

...la gente no quiere usar mapas digitales para navegar en ciudades. La gente quiere ir a algún lado. Eso es lo que la gente quiere. Sólo los obsesionados por los mapas son los que tienen esa fijación. Entonces lo que notamos en este Tablet, en este "teléfono", es una propuesta de diseño e ingeniería que no es simpático para los usuarios, sino para los chips. Y es simpático para la base instalada. Y es simpático para los proveedores: "mire, tengo una compañía de telefonía celular que le habla de buena gana a Google". Una propuesta fantástica, no muy centrada en el usuario. Uno necesita preguntarse: ¿para dónde va esto? ¿Cuál es la condición de éxito para dicho dispositivo de navegación? No es el navegar. Tienes que poder darle ese dispositivo –o su futuro sucesor– a un niño de cuatro años, y dejar que cruce el mundo solo. Tienes que poder enviar al niño al centro de Nueva Delhi, con nada más que su Tablet. Simplemente le das el desayuno, le das una palmada en la cabeza y le dices que vaya. Y él sale de la puerta y el Tablet le consigue un taxi. Y él entra al taxi y el taxi lo lleva al aeropuerto. Y el Tablet le paga el taxi. Y el Tablet se encarga de lidiar con la seguridad del aeropuerto. Y el Tablet le ordena al niño una comida especial en el avión. Y lo entretiene: él juega PacMan en su Tablet durante ocho horas, hasta que llega a Nueva Delhi. Y sale del aeropuerto, y camina hasta su hotel. Y el Tablet le ha reservado el Hotel. Y le ha indicado los sitios favoritos de comida para un niño de cuatro años: los McDonalds, los KFCs, un grupo de opciones para hacer clic. Nadie va a hacerle daño a este pequeño niño viajante — porque tiene un Tablet. Él es un caminante moderno, un video streaming en vivo con sensores de proximidad. Tiene biométrica: él es el único que puede usar y tocar el Tablet. Nadie se lo va a robar. Él está seguro. Le envía a su mamá mensajes por Twitter cada quince segundos. Los satélites y las torres de celular están mapeando todos sus pasos. Incluso los parquímetros y los semáforos lo están observando. Es como si nunca se hubiera ido. Y visita a su amigo Sonjey, y tienen una buena pijamada. Y luego vuelve a casa. Esa es la condición de éxito para un dispositivo de navegación geolocativo. Noten que en este escenario de ciencia ficción que acabo de describir, el usuario, el niño de cuatro años, prácticamente no tiene ningún rol en absoluto. Prácticamente no tuvo que hacer nada. No hubo ninguna curva de aprendizaje rígida para él. Él no se maravilla con su dispositivo, ni domina ninguna lista de comandos arcanos. Ni siquiera tiene que poner cuidado para no perder la billetera. Él no tiene billetera. No tiene pasaporte. Lo único que tiene es una configuración biométrica de modo que el Tablet sabe que es realmente él."

Quiero citar algo que dijo Tony Dunne: "mi modelo mental estándar de un usuario es una alma torturada y existencial vagando por un paisaje consumista mediado por la tecnología". ¿Puedo señalar lo completamente acertado que es? Cuando miro sus productos y servicios imaginarios veo que comparto con ellos asuntos culturales muy importantes. Tenemos técnicas de exposición muy diferentes, tenemos diferentes audiencias, diferentes medios, y trabajamos en el mismo espacio conceptual. ¿Saben? Como creador, la elección del medio solía ser absolutamente crucial. Si eras un tipo de papel y tinta, eras un tipo de papel y tinta. Si eras de televisión, eras de televisión. Si eras de películas, eras de las películas. Y eso ya no ocurre. La red y sus complementos están volviéndose un metamedio híbrido que enlaza a todos.
Paola Miani Macedo


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